Vértigo, 235 m de altura!

La emoción de llegar a los más alto.  Escrito por Adrían Cappetto, Director Revista Architector.

Confieso que para llegar a los 235 mts de altura y contemplar la vista a 360° de la torre he tenido algunos preparativos, cuyos detalles podrán verlos en los videos que subimos a las redes y web de  Architector. El montacargas nos dejó en el piso 54 y desde allí comenzó la ascensión a través del gran espacio que constituye el remate de la torre. Claro, visto desde abajo, pareciera algo importante, pero estando allí puede verse su verdadera dimensión. Cuando parecía que llegaba a completar el desafío aparece otra “cima” que casi me hacía desistir por sus características. Respiré profundo e inicié la caminata ascendente de la rampa perimetral, hacia – como decía “Buzz lightyear”: “al infinito y más allá”. Los primeros pasos fueron reptando, hasta que logré incorporarme y continuar. De un lado de la rampa,  el volumen del vacio equivalente a varias plantas de altura no me preocupaba tanto, sin embargo hacia el otro lado de la misma el parapeto de hormigón que hacía las veces de protección, tenía guardada una sorprendente vista que se hizo notable al lograr caminar ya erguido y entusiasmado. Decía “estoy tocando el canto de la finalización de la estructura más alta de la región”. Si bien lo usaba -como se suele decir- de baranda de protección, no podría disfrazar la emoción y observar al mismo tiempo, lo chico y lejano que se veian los enormes edificios vecinos. Un buen ejercicio para vencer el vértigo.