Obras que impresionan

Por el arquitecto Augusto Penedo / URGELL-PENEDO-URGELL

Hablar de la obra de uno siempre se hace muy complicado, salvo a la hora de fundamentarla, y la mejor siempre será la última o  la que aun no has hecho;  y anécdotas, que hay muchas a lo largo de 50 años de profesión, es difícil elegir la más interesante.

Me resulta más fácil hablar de las obras de otros que te han impresionado: Siempre hay algo que te influye o te enriquece; esas ocasiones han sido muchas. Voy a hablar de lo que vi por ahí y lo que es el ámbito local.

Las impresiones más grandes fueron:

1)- Ver por primera vez una obra de Le Corbusier: el Refugio del Ejército de Salvación en Paris… Me quede con los ojos como platos y me latía fuerte el corazón. No fue solo que viera la primera obra de Le Corbusier, fue la primera obra relevante que vi en Paris la primera vez que fui, a la media hora de bajar del tren.

2)- En San Pedro en el Vaticano, descubrir que los valores simbólicos que puede transmitir la arquitectura no eran un cuento. El Poder está allí representado como en ningún otro lado.

3)- El Castel Sant´Angello, también en Roma, y el Castello Sforzesco, en Milán. Las construcciones militares siempre me parecieron atractiva

También los arquitectos de Buenos Aires, a lo largo de años hemos tenido algunos edificios emblemáticos reconocidos, según los gustos o adhesiones a tipos o estilos.

Para mi el edificio mas característico de una arquitectura de trascendencia en Buenos Aires es el edificio de la Biblioteca Nacional, de Clorindo Testa.  El edificio que junto con el Banco de Londres quizás mas reconocimientos haya tenido internacionalmente. Recuerdo la inclusión de la obra de Testa en El brutalismo en la arquitectura de Reyner Banham.

Pero ahora me parece que no se ha quedado solo.

Desde hace poco la sede del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en Parque de los Patricios es un digno compañero, y ya está instalado como un edificio de culto para propios y extraños….

Resultado de una Licitación de Proyectos que gano Norman Foster Architects junto con Berdichevsky-Cherny y Edgardo Minond como arquitectos locales asociados, este edificio aporta a la arquitectura de Buenos Aires un planteo verdaderamente original respecto a su organización funcional….

No hay plantas tipos montadas unas sobre otras: son una serie de bandejas desplazadas en forma escalonada dentro de un gran espacio único y enorme que se percibe desde el frente y no mas entrar al edificio en toda su magnitud.

Una gran cubierta cubre planta y patios. La plaza de acceso se encuentra cubierta por el voladizo de esta cubierta, que se apoya en pilares esbeltos. Luego se accede a un atrio de la altura completa del edificio, desde el cual se dirigen las circulaciones en escalera  hacia los 4 niveles de oficinas, los cuales están aterrazados y con vista directa al parque.

Esta idea de grandes plantas diáfanas iluminadas casi en forma natural se ve remarcada por la disposición de los núcleos circularios mecánicos  en los flancos del edificio sobre las calles laterales, mimetizándose con los grandes parasoles de hormigón que mitigan la incidencia del sol en las caras este y oeste.

Estas plantas diáfanas representan una manera verdaderamente estimulante para trabajar, mirando el parque o mirando al cielo, ya sea hacia el frente o al contrafrente. Unas constantes en la arquitectura de Foster: grandes espacios, claridad y respeto al entorno y un contacto directo con el publico a través de un gran atrio.

Tres ideas inteligentes: una eficaz envolvente; unas plantas escalonadas que hacen eficiente la iluminación natural y la posibilidad de vistas hacia afuera; y una particular atención a la cuestión energética: el calculo esmerado de los ángulos de luz solar y el empleo de recursos tecnológicos inéditos en nuestro medio para climatizar el edificio. Los que participamos en esa Licitación no pudimos dejar de reconocer que esta solución era la más original, la mejor de las presentadas.