Una reflexión en tiempos de virus

Por la arquitecta Alicia Sujoy

 Hoy, que la salud del planeta esta en juego, en cada nuevo desafío, no veo otro camino como arquitecta, que el de profundizar en el tema de la sustentabilidad.  Ya no podemos desconocer que la única vía posible de acción será el aprovechamiento de la energía generosa y gratuita que la tierra y el sol nos prodigan, el ahorro de las aguas, y en fin, el cuidado extremo y el uso racional de esos recursos que, día a día se agotan frente a nuestros ojos.

Una buena experiencia en ese sentido, fue el proyecto de Casa Zur en San Martin de los Andes. La teoría se mostró exitosa en la práctica, alentandome a continuar en ese sentido. Así, orientación adecuada, ventilaciones cruzadas, uso de materiales locales, tratamiento no contaminante de efluentes y una cubierta vegetal, hicieron que el impacto ambiental fuese mínimo.

Reflexionando acerca de lo que queremos salvaguardar, diría que un techo vivo es el declive por el cual se derrama la casa en el paisaje…

Hoy me alegro con la imperfección, con las texturas que proyecten sombras, con las superficies que cuentan historia..

Cuando la humanidad vuelva a respirar profundo y sin temor, cuesta imaginar un futuro que no implique nuevos paradigmas de normalidad. En la singularidad estarán las respuestas..